domingo, 19 de abril de 2009

OMAIRA MONTOYA, LA PRIMERA VICTIMA DE LA DESAPARICION FORZADA?


Raúl Mestre.

El caso de Omaira Montoya Henao, una bacterióloga de 30 años, militante de izquierda, y quien desapareció en cercanías del aeropuerto de Barranquilla el 9 de septiembre de 1977, sería el primer caso de desaparición forzada en Colombia.

"No sé qué pasó, -cuenta 32 años después, un compañero de Omaira Montoya, - Pero aquella noche yo tenía una angustia y una confusión que no me dejaba dormir” No se si sería porque aquel fatídico 9 de Septiembre de 1977, al momento de despedirme de ella y de Mauricio Trujillo, su compañero; quien conducía un viejo Simca, color verde HU 3838, tuve un mal presentimiento.
Sin embargo, la primera noticia de que algo malo había pasado con Omaira Montoya Henao, la recibí al día siguiente, o sea, el 10 de Septiembre de 1977 cuando algunos compañeros de la universidad comentaban que Omaira y su novio como a las 5:30 pm del día anterior, habían sido capturados en la Carrera 44 con calle 72,. “Unos hombres se los llevaron en una camioneta Ranger, color violeta, modelo 76”. Me preocupe porque yo sabía que Omaira, padecía de una afección cardiaca y tenía varios meses de embarazo.
El 23 de septiembre de 1997 en el Tribunal Militar escuchamos el testimonio de Mauricio Trujillo :“Fui capturado el día 9 de septiembre del 77 en la Carrera 44 con calle 72, a las 5:30 p.m.. En el momento de la captura yo iba en compañía de mi amiga Omaira Montoya; ambos fuimos sacados violentamente del carro que yo manejaba y nos subieron a una camioneta. Allí fuimos esposados y luego nos dieron vueltas por toda la ciudad, hasta que oscureció.
Posteriormente nos llevaron por la autopista que conduce al aeropuerto de Barranquilla, a mano derecha tomamos una carretera destapada de arena que conduce a terrenos baldíos. Anduvimos como 10 minutos y pararon. A ese mismo sitio llegaron varios carros de donde se bajaron bastantes hombres con metralletas y nos insultaban y amenazaban. Me bajaron de la camioneta y me llevaron unos 100 metros de la misma , a un lugar con arbustos y maleza. A mi amiga Omaira la dejaron en la camioneta.
Me dieron numerosos puntapiés, me golpeaban y apretaban los testículos, con cachas de revólver me golpearon la cabeza y me apretaban con las manos el cuello,. También me echaban tierra en la boca, me introdujeron un palo en el ano, me hicieron amagos de disparos para intimidarme
Yo les decía que mi amiga Omaira, era una bacterióloga, que no sabía nada de guerrillas ni de subversión y que además sufría de un soplo al corazón, por lo cual debía, mantener reposo o tranquilidad so peligro de tener un infarto, pero no me escucharon.
Hoy, tantos años después, ni la familia, ni los estudiantes, se explican por qué un joven que supuestamente vió lo que pasó y a quienes los estudiantes quisieron confrontar, desapareció cuando las autoridades dijeron que le habían perdido la pista. Sin embargo, meses más tarde, ese mismo joven, apareció drogado y con una alteración mental que lo separaba de la realidad, al parecer, provocada por el daño de una arteria que dejó sin irrigación, sin nutrición y sin oxígeno una parte del lado izquierdo de su cerebro.

El joven no podía declarar ante los jueces porque decía que al levantarse sentía el cuerpo pesado, y medio dormido y además porque el episodio le quitó la confianza que se tenía: "De ser un estudiante brillante y sin temores pasó a ser uno que ni siquiera puede salir solo de la casa. Comentó una persona que lo acompañaba
Y hoy cuando le hablaban del caso de Omaira Montoya dice: “Tengo angustias, miedos, lagunas, pesadillas. Me preocupa que todo vuelva a repetirse".
Hoy 32 años después, ni los padres, ni los ni sus familiares, ni los colombianos, saben qué pasó con Omaira .Solo escuchan su nombre cuando los noticieros hablan del “frente urbano Omaira Montoya”