LA
PRIMAVERA DE PRAGA:
“600 MIL SOLDADOS Y 2 MIL 300
TANQUES, INVADIERON EL PAÍS”
Milán Kundera
un crítico mordaz del socialismo.
Raúl Mestre
A las ocho y media de la mañana de un tres de
Diciembre de 1968, celebré mi cumpleaños en una inmensa habitación europea, muerto del frio, sentado
sobre la cama, escuchando
la explicación que una
joven polaca, hacia por t.v. sobre lo que fue “La Primavera de Praga”.
La mujer de unos hermosos ojos azules y una voz melodiosa decía que la “primavera de Praga, fue un período de liberalización política en
Checoslovaquia, que duró desde el 5 de enero de 1968, hasta el 20 de agosto de ese mismo año, cuando el país fue invadido por la
Unión de Repúblicas Socialistas y sus
aliados del Pacto de Varsovia”.
Antes de continuar con este relato que me llena de nostalgia , debo
decir que cuando llegamos a Checoslovaquia, en 1968, cuatro meses antes la “La Primavera de Praga” se había acabado, ya las tropas del pacto
de Varsovia habían invadido a Checoslovaquia y ya se había puesto fin al proceso de apertura política, como
bien me lo había dicho un mes antes en
Bogotá , un pelao checo, mientras vendíamos
cachivaches en
el pasaje de los hippies, en la calle 60 entre 9 y 13, para hacer
la plata del viaje.
Bueno, pero volviendo a mi viaje a Checoeslovaquia, el sacrificio no fue en balde, porque estando allá escuché a
“Gilbert Becaud” cantando en la vía pública “Nataly”, mi canción favorita y supe que su verdadero nombre era Gilbert
Léopold Silly (murió el 18 de diciembre de 2001) También conocimos a Milán Kundera, un escritor checo cuyas novelas me habían dejado estupefacto. Disfruté de sus
obras un montón. Me pareció estar leyendo a Dios. Y en especial La vida está en otra parte (al
terminar de leerla, tuve la misma sensación que con “el Principito”: Me puse a
llorar. Son obras de un nivel literario difícil de
superar. De verdad que Kundera enamora.
Al
término de la Segunda Guerra Mundial, Milán Kundera
tuvo que ganarse la vida como pianista
de jazz, porque cuando el periodo de
liberalización política llegó a su final y 600.000 soldados y 2.300
tanques invadieron el país, sus obras se prohibieron y
quedó desempleado. Tal vez por eso se convirtió en un crítico mordaz del socialismo.
En 1975 Milán Kundera consiguió emigrar a Francia, y entre
ese año y 1980 enseñó literatura en la Universidad de Rennes, y más tarde
su obra “La vida está en otra parte” obtiene
el Premio Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia durante el
año de su aparición. Su siguiente novela, “La despedida”, obtuvo el
Premio Mondello al mejor libro editado en Italia. En 1981, el conjunto de la
obra de Kundera mereció en Estados Unidos el “Commonwealth Award”, premio
otorgado simultáneamente al conjunto de la obra dramática de Tennessee Williams.
Ese año la
publicación del libro “de la risa y
el olvido” le valió la revocación de su ciudadanía checa. En 1984 publicaría “La
insoportable levedad del ser”, considerada como una de sus obras cumbres. A
pesar de su militancia comunista en su juventud, Kundera se convirtió, desde el
inicio de su actividad literaria, en un enemigo acérrimo del socialismo. A su vez, su principal obra “La
insoportable levedad del ser”, se convirtió en una referencia importante a
la hora de intentar comprender la disidencia vivida en Europa del Este durante la guerra fría