sábado, 15 de mayo de 2010

¡JHONN KENNEDY JR ....NO QUERÍA VIVIR !!

Ante el asombroso índice de mortalidad de una de las familias más importantes del mundo, tal vez la más importante de todas, se podría decir que contra “Los Kennedy”, existió una maldición.
Anny Mankiewicz, quien fuera secretaria del senador Robert Kennedy, comparte una póstuma y reveladora reflexión acerca de John Kennedy Jr. “Nunca lo había visto, pero cuando lo vi por primera vez; me enamore perdidamente. Era el ser que siempre había soñado, mi ideal y por supuesto el hombre que cualquier mujer hubiera deseado. En ese momento no podía expresar lo que hubiera querido decir de ese ser maravilloso, pero sentí algo mágico que con ningún otro hombre había sentido hasta ese momento”.
Recuerdo que mantuve una conversación con John Kennedy Jr. en la casa de Teddy Kennedy, en Washington, cuando acababa de terminar sus estudios en la Universidad Brown.
El muchacho, en aquellos momentos, no sabía qué hacer con su vida; dudaba entre dedicarse a la política como quería su madre y forjarse su futuro al margen de su familia, en Nueva York. Le aconsejé que se alejara de Washington porque temía que le sucediera una tragedia.
La verdad era que Jhon Kennedy Jr, desde el 19 de mayo de 1994 cuando a consecuencia de un cáncer linfático; muere la hermosa, inteligente, culta, sociable y glamorosa, Jacqueline Bouvier, mejor conocida como Jacqueline Kennedy, el joven abogado no quería vivir.
Cuando lamentaba la muerte de su madre, a quien en la intimidad del hogar la llamaba: "la deslumbrante”, la mujer que dirigió todas y cada una de sus actividades, no sospechaba que el destino cinco años después complacería su subconsciente y lo llevaría a hacerle compañía.
Una vez muerta Jacqueline Kennedy, el muchacho siempre permaneció ante el lecho de muerte, tal vez por esa cercanía con la “deslumbrante” encontró, entre los documentos que Jacqueline Kennedy, un gran sobre de color crema, atado con una cinta negra de seda en la que se leía: "No abrir hasta pasados 50 años después de mi muerte".
No obstante, John Kennedy Bouvier, no esperaría tantos años y debió quebrantar esta última voluntad de su madre y fue así como supo que ella a modo de "memorias", de forma absolutamente clara y sin dejar el menor resquicio a la duda, se autoinculpaba de lo que sería la suerte de su hijo después de muerta. Descubrió entonces John Kennedy Bouvier, que la vida sin su madre no tenía sentido.
Tal vez por ello el viernes 17 de julio de 1999, cuando una hora después de haber decolado del aeropuerto de Exxex Country, en Fairfield (Nueva Jersey) muere junto a su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren, (al precipitarse al mar, piloteando su avión Piper Saratoga), en los círculos políticos de Washington y aun el propio presidente Clinton, recordaron que Jacqueline no permitía que su hijo piloteara un avión y que estando ella viva John Kennedy Bouvier tampoco se hubiera atrevido.
Las repercusiones públicas por la muerte de JFK Jr., fueron similares a las ocurridas con motivo de las exequias de la Princesa Lady Di, en Inglaterra, solo que acá no hubo ceremonias porque por su voluntad, sus restos fueron cremados y sus cenizas dispersadas en el mar.
El accidente en el que perece John Kennedy Bouvier ocurrido el 17 de julio de 1999 coincide con la fecha de la dramática catástrofe del TWA 800 el cual estalló misteriosamente en pleno vuelo, tres años antes, en un área próxima a long Islán y también vecina a la isla de Martha Vineyard. En ambos casos los accidentes se produjeron durante las primeras horas de la noche y tanto Kennedy como la tripulación de TWA no lograron emitir ningún aviso radial de emergencia que ayudase a esclarecer el hecho…
El mundo entero quedó conmocionado por la muerte, de John Kennedy Bouvier, pero 10 años después de la tragedia, parece que todo se ha olvidado. Tan sólo una sencilla cruz de madera en la playa más cercana al lugar del accidente, lo recuerda.
En la residencia que la familia Kennedy posee en Martha´s Vineyard, este año no hubo admiradores que depositaran flores en las escaleras de entrada como ocurría hace algunos años.