lunes, 14 de febrero de 2011

PROHIBIDO....

Crónica del día
PROHIBIDO MULTAR A QUIENES
INCUMPLAN LAS CITAS MÉDICAS.
Pacientes tampoco pueden reclamar cuando el medico incumpla”
Raúl Mestre
Ayer cuando me recordaron que el Ministerio de la Protección Social y la Superintendencia Nacional de Salud desde el pasado 19 de enero prohibieron a todas las EPS y los prestadores del servicio de salud cobrar multas o imponer sanciones a los afiliados que incumplan con citas médicas programadas, Juana, la que vende arepas en una esquina de la calle 30 y quien parece que fuera bruja, (las malas lenguas dicen que lee el tabaco) me dijo “Eso es para que uno tampoco reclame; cuando el medico SEA quien incumpla”
Mi madrina Lucilita, quien tiene un hijo medico (claro que yo con ese muchacho no me pongo ni una inyección) escuchó con rabia el comentario de Juana y mostró el periódico que tenia en la mano y cuya noticia decía: “la prohibición de multar a los pacientes quedó contenida en el artículo 55 de la Ley 1438 del 2011, que reformó el Sistema de Salud”. ¿Qué tiene eso que ver con los médicos? Preguntó maliciosamente MI MADRINA para hacer quedar mal a Juana.
“Eso no lo digo yo, replicó Juana, “todo el mundo sabe que en muchas ocasiones uno va a la cita oportunamente y el medico lo atiende cuando le da la gana, sin saber cuanto se gasta uno en transporte”.
Mi madrina puso cara de indiferencia, como si no le interesara su explicación, porque sabía que en cierto modo ella tenía razón. La miró por encima de los anteojos y volvió a mostrar el periódico que decía: “El Ministerio y la Supersalud fueron claros en señalar que habrá drásticas sanciones para las EPS de los regímenes subsidiado y contributivo, las entidades territoriales y las clínicas, hospitales y centros de salud que incumplan con esta disposición”
Juana tras escuchar aquellas palabras se empinó una olla que tenía chicha de maíz y preguntó con la mirada fija en Lucilita: ¿Será que nos van a devolver toda la plata que nos han robado cobrando multas ilegales?
La noticia sobre la prohibición de multas, andaba suelta por toda la ciudad, dando vueltas en las clínicas, en las farmacias, en los puestos de salud y era el comentario de todas las enfermeras y a medida que pasaban las horas; crecía la fila de gente reclamando; porque los habían multado después del 19 de enero de este año.
A las doce del día una hija de Juana, quien regresaba de una cita medica a su casa, se bajó del bus llorando y “con el rabo entre las piernas”. Pese a que madrugó y se “chupò” tres horas en ayunas, en el laboratorio, no la atendieron porque la orden de la EP.S tenia un error. Lo primero que hizo al llegar a su casa fue preguntar a Juana (quien sufre de una rasquiña en las axilas): ¿Cuándo vas a pedir una cita para que el medico te vea lo de la rasquiña? La mujer guardo silencio, miró a su hija, le buscó la oreja y le dijo: “¿Para que voy a perder mi tiempo; si el medico lo único que sabe recetar es ibuprofeno? ¡Vale mas el transporte que esas pastillas!.