Raúl Mestre
No sé si lo conté antes, pero en el mes de junio, unos días antes de concluir los trabajos de remodelación de la plaza de San Nicolás, un barranquillero de hoy, es decir, uno de esos “manes” que se creen “los papas de los pollitos”, y no saben ni siquiera los nombres de las calles de Barranquilla, ni nada que tenga que ver con nuestra historia se me acercó y en forma desesperada me preguntó : ¡Oiga, tío, ¿Cuál es la esquina del cañón verde?
“Para empezar, le exijo respeto, le respondí visiblemente molesto, y de “una” le aclaré: “Vea pelao sepa que yo no tengo sobrinos con una facha como la suya”.
El muy fresco, en lugar de pedir excusas, se compuso el cuello de la camisa y en tono despectivo me respondió: “fresco, loco, todo bien”.
De mil ganas hubiera mandado a ese mequetrefe, para el carajo, pero como vi al muchacho ahí, desesperado, mirando para todos lados, buscando con angustia “El Cañón Verde”, supuse que era alguna tarea del colegio y empecé a decirle que “El Cañón Verde”, estuvo desde antes de 1920, ahí, -y le señalé la esquina de “Progreso” con Paseo Bolívar- y le agregué que “El Cañón Verde”, fue durante muchos años un referente histórico de la ciudad.
Yo, por andar metido en la explicación histórica, no me di cuenta que el tipo no me estaba “parando bolas”, sino que por el contrario, estaba “mosca” mirando para todos lados, mientras yo, como un buen pendejo, estaba ahí, diciéndole que “por la desidia de nuestra clase dirigente; el Cañón Verde, nunca fue sometido a un proceso de restauración, sino que de vez en cuando un alcalde ordenaba que lo lijaran y le “echaran” un poco de anticorrosivo.
¿Anti qué? Preguntó el tipo arrugando el entrecejo, al tiempo que por celular decía: “Fresco, mi vale, que ya se dónde es el cañón verde, un “Cole” ya me dijo donde era la jugada”.
Fingí una sonrisa, aun cuando por dentro sentí ira. Eso me indignó, pero lo que vino después me dejó “lelo”. El tipo descaradamente agregó: “Apenas llegue la “pinta” con el billete, yo te aviso para que le caiga”
A los cinco minutos un señor se bajó de un taxi y ahí mismo lo “encañonaron” y le quitaron el maletín donde supuestamente llevaba un buen billete…
