¡AJA “LLAVE”! ¿A QUIEN
LE DICES “GILIPOLLAS”?
Un “sudaca” orinándose en “El arco del triunfo”,
Raúl Mestre
Ayer, mientras caminaba por una zona tan deprimida de la ciudad, como lo es el callejón de Ricaurte (calle 35) con carrera 39, buscando uno de esos personajes “raros” con quien hacer una buena historia para la crónica del domingo, vi que el cielo gris, amenazaba con ponerse a llorar y pensé que era mejor, dejar ese tema para otro día. Sin embargo, cuando vi a un tipo muy alto, flaco, de pelo largo, quien después de hacer un gesto con la mano a una muchacha que lo esperaba en una lujosa camioneta, comenzó a tomar fotos y videos desde su Blackberry, al edificio de “la Antigua Gobernación del Atlántico” pensé para mis adentros: “¿Será que ese loco es un turista interesado en la belleza de esa construcción que, como se sabe, se remonta a mediados del siglo XIX? Pero, cuando vi al flaco, de pelo largo cruzar la calle, y pararse justo a la entrada del edificio y sacar sin ningún recato su “herramienta” y ponerse a orinar en la puerta principal de esa edificación a la que la gobernación del Atlántico le hizo una inversión de $4.000 millones de pesos, para hacer allí el gran Centro Cultural del Atlántico, inmediatamente pensé en lo absurdo que fue ese proyecto.
Hacer de ese espectacular edificio, un centro de exposiciones de artes con un entorno y con una gente como la que tenemos en Barranquilla, es una utopía. Y recordé que alguien “en un momento de arrebato” (como esos que según Boby Cruz sufría doña Amparo) dijo que ese sector de Barranquilla, se llamaría 'El Corredor de Lectura'.
Bueno todo eso está bien, pero volviendo con el loco debo confesar que jamás imaginé que ese “Son of a bitch” alto, flaco, y de pelo largo , luego de tomar sus fotos y sus videos, se pusiera a orinar en ese lugar. (Ojalá que no sea alguien interesado en hacer un video porno como el que grabaron en Puerto Colombia) Y lo peor de esta historia es que los transeúntes, unos locos peores que el “orinador”, al ver al “Son of a bitch” en tan grosera aptitud, solo se limitaron a decir: “Eso a nadie le importa”.
Esa tarde, de un cotidiano martes de cielos amarillentos, el tiempo no estaba a favor de la ciudad, que según Jorge Cura “sería igual a Madrid “si recupera todos sus viejos edificios,” pues mas adelante, mientras caminaba por “el centro histórico”, vi cosas peores. En la esquina nororiental de la plaza de San Nicolás, exactamente en el edificio donde funcionó el antiguo Banco Comercial de Barranquilla, no solamente los transeúntes convirtieron eso en un “corredor de los meaos” sino que en la parte baja de dicha edificación todos los días se forma una “guachafita” de padre y señor mío. Ahí fue cuando recordé que durante la Copa Mundial de Fútbol que se celebró en Paris, en 1998, yo estaba en compañía de varios amigos en la plaza Charles de Gaulle y después de haber recorrido felices por la avenida Champs-Élysées, vimos que un joven mexicano en estado de ebriedad fue detenido por la policía por haberse orinado sobre El “Arc de Triomphe,” . ¡Imagínense ustedes! Un “sudaca” orinándose en “El arco del triunfo”, la gran obra que Napoleón Bonaparte construyó entre 1806 y 1836, era y es para los franceses, algo así como un delito de lesa humanidad. Claro que los inmigrantes de otros países como dominicanos, peruanos y ecuatorianos, al igual que algunos colombianos, tampoco entienden por qué los españoles dicen que somos unos “gilipollas” y “cabrónes” Los ibéricos saben que nosotros viajamos para divertirnos conociendo , ciudades y países vecinos como Francia, Portugal e Italia, pero jamás para culturizarnos.