¡AL FIN QUÉ: ¿LLEGÓ O NO
LLEGÓ EL HOMBRE A LA LUNA?
Raúl Mestre
Cuando uno habla con la gente en la calle, advierte que cerca del 50 por ciento de los transeúntes, no creen que el hombre llegó a la Luna. Mi abuelo era de ellos. Sea como fuere, de lo que si estamos seguros es que la Luna continúa siendo, incluso en nuestros días, fuente de secretos y misterios que sólo ponen a prueba la sorprendente curiosidad del hombre y la voluntad para conocer más de lo que generalmente sabemos.
Ahora bien, si algo recuerdo claramente, pese a que estaba muy niño, es que en aquellos días, cuando la llamada “guerra fría” entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, estaba en su apogeo, se dio a conocer un hecho que hoy todavía es un misterio. Veamos: “Tras varios brincos la nave “Apolón” se posó en la superficie de la Luna, se abrió su rampa y por ella descendió el comandante Armstrong, para pisar por primera vez, el suelo de ese mundo desconocido".
Estas palabras no pasarían de ser una escueta y muy sucinta crónica de “la llegada del Hombre a la luna”, de no ser por un "insignificante" detalle: No fueron escritas el 20 de julio de 1969, o sea, el día que Neil Armstrong, pisó la luna, sino quince años antes, es decir, en 1954, por Lester del Rey un escritor de colecciones baratas de ciencia-ficción.
La pregunta, hoy todavía se hace la gente es: ¿Cómo pudo ese hombre haber tecleado el futuro? Hay quienes dicen que Neil Armstrong, al leer aquella "novelucha" llamada “Misión a la Luna” , se encogió de hombros.
Él había sido, efectivamente, el primer hombre en dar el célebre "gran paso para la Humanidad" al llegar a la Luna en julio de 1969, pero0 lo que nadie comprendía es por qué Ramón Felipe San Juan Mario Silvio Enrico Álvarez del Rey (1913-1993) lo había escrito quince años antes. Aunque Lester del Rey, nunca quiso aclarar el por qué de aquella casualidad y se llevó a la tumba ese oscuro saco sin fondo donde se mezclaron, datos científicos, sincronías inexplicables y, sobre todo, coincidencias imposibles de achacar al azar.
Yo recuerdo que en la lucha por el espacio, Rusia había tomado la delantera, cuando en 1957 lanzó el primer satélite, llamado Sputnik 1. La noticia de este logro ruso llamó inmediatamente la atención de los norteamericanos, quienes luego de doce años, para ser más exactos el 20 de julio de 1969, lograron lo que se considera un gran hito en la historia de la humanidad, enviar por primera vez una misión espacial tripulada a la Luna.
El Apolo 11, nombre que se le dio a esta misión espacial, hizo pasar a la historia a los astronautas, el comandante de la misión, Neil Armstrong, el piloto del modulo de exploración lunar 'Eagle', Edwin F. Aldrin, y Michael Collins, quien permaneció en la nave Columbo durante todo el tiempo de exploración.
Las imágenes del alunizaje fueron vistas por millones de televidentes en todo el mundo. La conmoción y emoción generada en torno de este suceso fue espectacular permitiendo así a los Estados Unidos dejar atrás a su antiguo rival la Unión Soviética en la carrera hacia el espacio y ser la vanguardia en la exploración del Universo.
A pesar de los más de treinta años que han sucedido aquella época, el tema vuelve a la palestra pues hace apenas unos días medios de prensa dieron a conocer la pérdida de 698 cajas de las 700 que almacenaban las cintas de vídeo que documentaban el primer viaje a la Luna. Esto, sumado al silencio y a las pocas apariciones públicas de los involucrados en la misión del Apolo 11, ha revivido la antigua teoría de que el alunizaje nunca se produjo y que más bien fue un engaño realizado con intenciones meramente políticas por parte de los Estados Unidos. ¿Habrá llegado verdaderamente el hombre a la Luna? ¿Habrá sido este hecho no más que una mera ficción?
La mayor parte de las prueba que los “apoloescépticos” poseen se basan en fotografías y partes filmaciones que la misma Nasa realizó durante el alunizaje. Según éstos, la evidencia es tan variada y tan contundente que no cabría dudas para afirmar que lo que sucedió aquel 2o de julio no fue más que una patraña organizada por el alto mando del gobierno norteamericano para derrotar a su entonces enemigos rusos en el camino por la conquista del espacio. Las fotografías tomadas de la propia transmisión de la Nasa, así como varios testimonios serían suficientes para la afirmación del fraude.
Para los apoloescépticos, el hombre nunca llegó a la Luna, y el supuesto "viaje" se realizó dentro de un estudio de grabación, con cámaras, guiones y director incluidos. No fue, a fin de cuentas, un logró de la ciencia estadounidense, sino, un producto más de Hollywood.
No obstante, aquellos que desestiman estas teorías conspiratorias afirman que esto resultaría imposible puesto que se contó en todo momento con la presencia del público y de la prensa. Indican que el viaje a la Luna, a diferencia de otros logros científicos, fue un acto público que impedía la falsificación de los hechos.
Resulta curioso en todo caso, que hace varios años, justo cuando el tema del fraude cobraba fuerza, el segundo astronauta en pisar la Luna, Buzz Aldrin, reveló en el programa de televisión “Science” de los Estados Unidos, que durante su viaje a la Luna presenció y filmó un Ovni que acompañaba al Apolo 11 durante la misión.
Para muchos, la declaración de Aldrin no es más que un recurso para afirmar la veracidad del viaje a la Luna puesto que es una afirmación que durante muchos años la Nasa se esmeró en rechazar.