miércoles, 25 de abril de 2012
Crónica del domingo
“A JACKELINE CABALLERO, LA
MANDO A MATAR SU ESPOSO”
*Pero los criminales se “reventaron”
Raúl Mestre
El 7 de Marzo de 1982 había sido un mal día para Jacqueline Caballero. En la madrugada de aquel día tuvo una discusión con su esposo Marco Campo Bornacelli, porque este tenía una relación muy extraña con un muchacho que trabajaba como contador en el Apartotel El Golf.
Muy contrariada la prestante dama, salió mas temprano que de costumbre para su negocio denominado Pudines Violy. Al llegar allí, fue atacada por un individuo que después se supo se llamaba Danny Rivera, quien la estaba esperando y al verla le dio un duro golpe en la cabeza y luego le propinó un par de tiros.
Un vecino alarmado por los disparos abrió la ventana y vio cuando el criminal huía en un carro viejo que lo esperaba en la esquina. Un señor que había llegado en el carro con los criminales se quedó en la esquina y cuando llegó la policía les dijo que el crimen lo había cometido un tipo que se movilizaba en una moto. Como aquello era mentira el vecino que vio la huida desde su ventana le informó la verdad al agente quien no perdió de vista al extraño informante y fue así como ese mismo 7 de Marzo, el detective informó a su superior que el hombre que había dicho lo de la moto, se había dirigido apartamento de la victima, ubicado en el edificio Los Robles.
El superior inmediatamente dio la orden de detenerlo y al capturarlo, cuando salía del ascensor, se le encontró un cheque girado por el esposo de la victima y ahí mismo sin mayor esfuerzo “ se reventó” es decir, dijo que El Bagre, un tipo muy conocido en Barranquilla porque se las picaba de” matón” y no era capaz ni de matar una mosca, le debía una plata y que ese día lo había visto pasar en un carro viejo con otros dos tipos por el parque Almendra tropical y que al cobrarle se hizo el loco, pero cuando lo vio furioso golpeándole el techo del carro y gritando improperios terminó por invitarlo a subir al carro diciéndole que iban a cobrar un dinero y que allí le pagaría.
El hombre además contó que tras algunas indicaciones, el carro de la muerte llegó a Pudines Violy. “Danny se bajo y aprovechó que la muchacha estaba distraída y le pegó dos tiros”.
Como el tipo no sabía nada sobre el acuerdo criminal y mucho menos que el esposo de la victima estaba involucrado en los hechos, aceptó quedarse ahí –según lo ordenó el Bagre- para despistar a la policía, diciéndole que el crimen se cometió a bordo de una moto. “Después se va al edificio Los Robles, pregunta por el Dr. Campo Bornacelli que este le entregar una plata”.
Mientras esto ocurría, el Dr. Marco Campo Bornacelli, quien trabajaba como odontólogo en la clínica de los Seguros Sociales, estaba muy preocupado porque a pesar de que no tenia la menor idea que alguien se estaba reventando en el F-2 es decir contando toda la verdad, pero al enterarse que había un sospechoso capturado, se quedó mudo durante un lapso de 10 minutos, recordando el bar donde una semana antes había estado bebiendo con su amigo Luis Carlos Otero Lugo, quien al contarle que su esposa se oponía a la relación que tenían, le recomendó que contratara a el Bagre para que le diera una golpiza.
Como para entonces el odontólogo había perdido el interés y el amor por su esposa y su vida sexual y matrimonial había quedado alterada y padecía constantes ataques nerviosos una noche después de haber consumido unos cuantos tragos decidió ponerse una cita con al bagre. Al verlo solo le pregunto si 'deseaba ganarse unos pesos. La negociación tomo solo unos instantes y le sugirió que lo hiciera, lo mas pronto posible aprovechando que ella todos los días madrugaba para su negocio.
Una vez que el extraño informante terminó de relatar los hechos, “explotó el escándalo” cuando en un vecindario pobre de sur occidente de Barranquilla fue capturado “el Profe”, el hombre que después se supo, era quien había alquilado el revolver para cometer el crimen.
A esa misma hora también fue capturado en Santo Tomas el Danny Rivera, el autor material del crimen- El Bagre, por su parte fue capturado cuando caminaba por una calle del barrio San Roque. El detective al verlo le dio un aventón y lo subió a la patrulla donde lloroso contó que todos los días le pedía plata al odontólogo, pero que el no pensaba matar a nadie. “Lo que pasó fue que el odontólogo un día cambio de opinión y le sugirió que no hiciera nada, que no matara a nadie, que se quedara con la plata que le había dado “ “Y yo ante estas circunstancias, decidí contratar a un verdadero sicario para que cometiera el crimen y poder continuar sacándole plata al odontólogo”.
Luis Carlos Otero Lugo y Campo Bornacelli, fueron los últimos en caer en poder de la autoridad. Ese día los dos salieron de un bar, y se fueron comer papas fritas, pero dada la situación que se presentaba, se sentaron a platicar en una esquina hasta la 1:30, hora en que se separaron y quedaron a verse al día siguiente.
Campo intentó llamar un taxi desde un kiosco, pero la policía lo tenía “chequeado” y lo capturó. A Otero por su parte lo capturaron porque al parecer los ladridos de un perro advirtieron al agente encargado de su captura que este se aproximaba a su apartamento y ahí mismo lo pillaron.
Solo cuando los dos hombres estaban capturados fue cuando leyeron en los periódicos que los amigos que habían contratado se habían reventado y los habían delatado y luego cundo se encontraron cara a cara admitieron todo.
Por eso el día que conocí a Campo Bornacelli, lo vi confundido y sin saber que pensar de lo ocurrido. Durante mucho tiempo no soportó el peso de su conciencia y estaba atormentado. Lo volví a ver, el día de la audiencia, cuando a sabiendas que sería condenado descargó su ira contra la pared. En el colmo de la frustración le propino varias patadas a una caneca y subió las escaleras del Centro Cívico cabizbajo. Mientras caminaba se despidió con la mano. Años después cuando todavía sufría depresiones y episodios de confusión, salió en libertad luego de haber cumplido su pena. Pero, tan pronto salió de la Cárcel Modelo, fue asesinado. Un ejemplar de este periódico fechado un día antes del crimen, se convirtió en un misterio para los investigadores pero eso lo contaré en otra oportunidad