Crónica de la semana
SE ACLARA LA MUERTE DEL
GRAFITERO “DIEGO FELIPE”
¿Por qué alteraron la escena del
crimen?
Raúl Mestre
Una mañana en las aulas de la Universidad Libre, hace casi 30
años, escuché una frase del profesor Fulgencio Fernández, que siempre aplico
al tratar de resolver un caso criminal: "No hay crimen perfecto". Por
eso hoy la crónica
de la semana, la hacemos con el caso del
grafitero Diego Felipe Becerra, porque el lunes quedó demostrado que “el criminal o los
criminales” siempre cometen un error. El
lunes7 de Mayo, la Fiscalía 13 de la
unidad de Vida de Bogotá, allí en
el edificio “Hernando Morales
Molina” de la cra 10 No 14 33
a la que tenía años que no iba, la
fiscalía acusó formalmente
ante el juez 43 de conocimiento
al patrullero Wilmer Antonio Alarcón por el homicidio de que fuera victima el joven grafitero, asesinado el 19 de agosto del 2011 mientras pintaba
un grafiti en un puente en
la calle 116 con avenida Boyacá.
Nueve meses después de ocurrido ese crimen, se
aclara el misterio que rodeaba a los victimarios y las razones
que tuvieron para cometer el vil asesinato. Pequeños detalles que las autoridades
venían recolectado para esclarecer los hechos, me
sirvieron de apoyo para
contar en un improvisado escritorio de una pensión a la que después de
tantos años regresé en busca de viejos recuerdos para hacer esta crónica que no
es mas que la verdadera historia de uno de los crímenes más
dolorosos ocurridos en Colombia en los
últimos tiempos.
Son pequeños hilos que permiten descorrer el velo y saber
qué fue lo que realmente ocurrió
esa mañana brumosa cuando ese
muchacho de no más de 17 años, de
bluyines grandes, y risa explosiva,
dibujaba al Mickey,
en un puente de la capital de
la república.
Del crimen de Diego se
sindica al patrullero de la Policía
Wilmer Antonio Alarcón Vargas, a quien
recientemente el Ministerio Público, le abrió
le abrió pliego de cargos por una presunta alteración de la escena del
crimen. Sin embargo, la Procuraduría General de la Nación, también incluyó en
la investigación disciplinaria a dos coroneles de la Policía Nacional (un teniente y un intendente) por las
presuntas irregularidades cometidas tras la muerte de Diego Felipe Becerra. Los oficiales de la policía ahora vinculados a esta muerte, son
los mismos que montaron a posteriori el novelón
que Gustavo
Becerra, padre de Diego, calificó de
montaje donde los policías
hicieron ver que los motivos del crimen
eran el supuesto robo a una buseta en la
que Diego participó. El conductor de bus
Jorge Narváez, decía que en la noche del
crimen cubría una de sus rutas por la
Avenida Boyacá, cuando Diego Felipe
Becerra junto con tres jóvenes atracó a los pasajeros y le robaron el
producido. Además contaba que el joven grafitero lo amenazo con un arma de
fuego."Cuando le entregué los 60 mil pesos de producido, me puse nervioso
y aceleré la buseta. Narváez, también manifestó que al llegar a la Avenida Boyacá
con Calle 127, dio aviso a unos policías de tránsito que se encontraban en ese
lugar, quienes pidieron refuerzos y empezó al persecución. Pero la verdad surgió de los exámenes de Medicina Legal, la necropsia, y otras l pruebas como las de balística que determinaron cómo mataron a Diego, y como fue la trayectoria del disparo. El novelón del asalto a la buseta no fue más que una manera de
justificar la muerte del joven grafitero. Medicina
Legal pudo demostrar que la pistola que se encontraba cerca del cuerpo del
grafitero no funcionaba Además que Diego Felipe Becerra nunca
había manipulado un arma de fuego, mientras que un documento registrado por el
CTI demostró
que el conductor del bus
de servicio público quien
acusó al joven Diego Felipe de haberlo amenazado con un arma de fuego con el
fin de atracarlo ese día no estaba trabajando porque dicho bus en la noche del 19 de agosto "tenía pico y placa".