sábado, 12 de mayo de 2012


Crónica de la semana
SE ACLARA LA MUERTE  DEL
GRAFITERO “DIEGO FELIPE”
¿Por qué alteraron la escena del crimen?



Raúl Mestre
Una mañana en las aulas de la Universidad Libre, hace casi 30 años,  escuché  una frase del   profesor Fulgencio Fernández, que siempre aplico al tratar de resolver un caso criminal: "No hay crimen perfecto". Por eso hoy la  crónica de la semana,  la hacemos con el caso del grafitero Diego Felipe Becerra, porque  el   lunes quedó demostrado que “el criminal o los criminales” siempre cometen un error.  El lunes7 de Mayo,  la Fiscalía 13 de la unidad de Vida de Bogotá, allí en  el  edificio “Hernando Morales Molina” de la cra 10 No 14 33   a la que tenía años que no iba,  la fiscalía acusó formalmente ante el juez 43 de conocimiento   al patrullero  Wilmer Antonio Alarcón  por el  homicidio  de que fuera victima el joven grafitero,  asesinado el 19 de agosto del 2011   mientras pintaba un grafiti en un puente en la calle 116 con avenida Boyacá. 
Nueve meses  después  de ocurrido ese crimen,   se aclara el  misterio que rodeaba a los victimarios  y las razones  que tuvieron para cometer  el  vil asesinato. Pequeños detalles que las autoridades venían recolectado para esclarecer los hechos,  me  sirvieron   de  apoyo  para  contar en un improvisado escritorio de una pensión a la que después de tantos años regresé en busca de viejos recuerdos para hacer esta crónica que no es mas que   la  verdadera historia de uno de los crímenes más dolorosos ocurridos en Colombia en  los últimos tiempos.
Son pequeños hilos que permiten  descorrer el velo  y saber  qué fue lo que realmente ocurrió  esa mañana brumosa  cuando ese muchacho de no  más de 17 años, de bluyines grandes,  y risa explosiva, dibujaba al  Mickey, en un puente de la capital de la república.  
Del crimen de Diego  se sindica al  patrullero de la Policía Wilmer Antonio Alarcón Vargas, a quien  recientemente   el  Ministerio Público, le  abrió  le abrió  pliego de cargos  por  una presunta alteración de la escena del crimen. Sin embargo, la Procuraduría General de la Nación, también incluyó en la investigación disciplinaria a dos coroneles de la Policía Nacional  (un teniente y un intendente)  por  las presuntas irregularidades cometidas tras la muerte de Diego Felipe Becerra. Los oficiales de la policía ahora vinculados a esta muerte, son los mismos que montaron a posteriori el novelón  que Gustavo Becerra, padre de Diego, calificó de  montaje donde los  policías hicieron ver que  los motivos del crimen eran  el supuesto robo a una buseta en la que Diego  participó. El conductor de bus Jorge Narváez, decía que  en la noche del crimen  cubría una de sus rutas por la Avenida Boyacá, cuando  Diego Felipe Becerra junto con tres jóvenes atracó a los pasajeros y le robaron el producido. Además contaba que el joven grafitero lo amenazo con un arma de fuego."Cuando le entregué los 60 mil pesos de producido, me puse nervioso y aceleré la buseta. Narváez, también  manifestó que al llegar a la Avenida Boyacá con Calle 127, dio aviso a unos policías de tránsito que se encontraban en ese lugar, quienes pidieron refuerzos y empezó al persecución. Pero  la verdad surgió de  los exámenes de  Medicina Legal,  la necropsia, y  otras l pruebas como las de balística  que  determinaron cómo  mataron a Diego, y como  fue la trayectoria del disparo. El novelón del asalto a la buseta no fue más que una manera de justificar la muerte del joven grafitero. Medicina Legal pudo demostrar que la pistola que se encontraba cerca del cuerpo del grafitero no funcionaba  Además que Diego Felipe Becerra nunca había manipulado un arma de fuego, mientras que un documento registrado por el CTI demostró que el conductor del bus de servicio público quien acusó al joven Diego Felipe de haberlo amenazado con un arma de fuego con el fin de atracarlo ese día no estaba trabajando porque   dicho bus  en la noche del 19 de agosto  "tenía pico y placa".