GRAVE E INJUSTA PROVOCACIÓN
DE LOS GRINGOS EN AFGANISTÁN.
Soldados
estadounidenses “orinando sobre
cadáveres de talibanes”,
Raúl Mestre
Las patadas, cachetadas y arrastrada que los indios del Cauca les dieron
a nuestros soldados recientemente, fue una humillación que me hizo recordar aquel
vídeo donde aparecen unos soldados estadounidenses “orinando sobre los
cadáveres de unos talibanes”. Tal vez
por eso ayer, después de tanto tiempo, me puse a ver nuevamente, aquel vídeo grabado por un aficionado, donde cuatro hombres vestidos con el uniforme
norteamericano se reían mientras
orinaban sobre tres cuerpos ensangrentados. Esta filmación fue la que
finalmente me hizo entender la furia que en aquella ocasión tuvo el presidente afgano, Hamid Karzai, quien dijo
sentirse "profundamente perturbado" por esta "profanación"
de los cadáveres de tres afganos por parte de soldados estadounidenses y exigió
al Gobierno de Obama "el castigo más severo" para los culpables.
Y es que en
realidad no era la primera vez que el cuerpo de infantes de marina de Estados
Unidos provocaba un escándalo. En el 2004,
en Abu Ghraib se mostraron fotos de prisioneros iraquíes humillados por
militares norteamericanos y son infinitos los
casos de profanaciones por parte de soldados
norteamericanos al pueblo afgano
(como rumores sobre un Corán tirado en un orinal o la publicación de caricaturas de Mahoma las cuales, como se
recordará, desencadenaron la cólera en
Afganistán, así como manifestaciones violentas y en algunos casos mortíferas.
Por todo
esto es que los talibanes han asegurado que "la 'yihad' (guerra santa) no se
detendrá". Recientemente, un militar del
contingente estadounidense de la Fuerza Internacional de Asistencia a la
Seguridad de la OTAN (ISAF) salió de su base en la provincia de Kandahar,
bastión talibán, asesinó a los ocupantes de tres casas de los pueblos de los
alrededores, entre ellos nueve niños y tres mujeres, y quemó sus cuerpos.
Los talibanes juraron vengar esa masacre, considerado que esto era un acto blasfematorio
y como tal desencadenó una ola de
violentas manifestaciones anti estadounidenses en el país que dejaron casi 40
muertos. ¿Lo recuerdan? Los talibanes, derrocados a finales de 2001 por una
coalición internacional liderada por Estados Unidos y que combaten desde
entonces contra el gobierno de Kabul y la ISAF, reaccionaron a esta matanza en
un comunicado publicado en internet. Los
rebeldes, con los que Washington y sus aliados de la OTAN continúan combatiendo
a pesar de negociaciones paralelas de paz, anunciaron que "se
vengarán" de "cada una de las muertes" perpetradas por los
"estadounidenses salvajes y enfermos mentales".
La mayoría de las víctimas son niños inocentes, mujeres y
ancianos". Tras cometer la masacre,
el soldado estadounidense podría haber regresado a su base, en donde
debería estar detenido pero la ISAF
no ha dado de momento ninguna explicación sobre el paradero del militar. El Parlamento afgano pidió que los culpables norteamericanos de la
matanza sean juzgados en público en Afganistán porque el presidente afgano, Hamid Karzai, dijo que ya
se está llenando la copa y denunció el
hecho como "un acto de asesinato,
terrorista e imperdonable" El presidente pidió "explicaciones" a Washington,
pero el presidente Barack Obama, se
limitó ha lamentar el caso como un drama
"trágico y consternante" y le aseguró el compromiso de su gobierno
"para establecer los hechos lo más rápidamente posible para responsabilizar" a quienes sea
necesario, pero, sin duda, este nuevo
drama amenaza con complicar las negociaciones entre Washington y Kabul. Ambos
intentan ponerse de acuerdo sobre las condiciones de una asociación estratégica
a largo plazo pero los gringos continúan humillando a los afganos. Este acuerdo
tiene por objetivo, entre otras cosas, definir la modalidad de la presencia
estadounidense en Afganistán después de 2014, fecha en la que la OTAN prevé
haber retirado todas sus tropas de combate, y la eventual constitución de bases
permanentes, un tema sensible en un país históricamente alérgico a toda
presencia militar extranjera.
Washington fracasó cuando intentó concluir un acuerdo
similar en Irak al no obtener del gobierno de Bagdad una garantía para la
impunidad judicial de sus soldados, y tuvo que retirar el conjunto de sus
tropas. La matanza que hoy ocupa la
atención del mundo me recuerda la que
sucedió en noviembre, donde un soldado
estadounidense fue acusado de haber
matado a civiles afganos solo para distraerse. Por ello el 60% de los estadounidenses estima que la
guerra en Afganistán no vale la pena y más o menos el mismo porcentaje quiere
una retirada anticipada de las tropas de ese país.